Termografía
- On 1 de diciembre de 2015
Aldocain dispone de la titulación en Termografía, una herramienta muy útil en el caso de la Eficiencia Energética, lo que nos cualifica para realizar estudios termográficos de todo tipo de vivienda, edificios e instalaciones, lo que nos permite medir temperaturas de una manera eficaz, mediante la captación de la radiación infrarroja que emiten todos los cuerpos.
Termografía
La termografía es una técnica, desarrollada en las últimas décadas, que permite medir temperaturas de una manera eficaz, mediante la captación de la radiación infrarroja que emiten todos los cuerpos.
Es una herramienta muy útil en el caso de la Eficiencia Energética, ya que permite realizar diagnósticos muy detallados. Su empleo en auditorías energéticas de edificios, instalaciones, etc., es cada vez más frecuente. Permite al técnico detectar y evaluar las pérdidas de energía y las anomalías de funcionamiento de los sistemas productores de ésta con gran facilidad y le sirve de soporte para redactar los informes y transmitir la situación de manera muy visual, gracias a las imágenes realizadas con la cámara termográfica.
HCIB cuenta con técnicos cualificados para realizar estudios termográficos sobre todo tipo de edificios e instalaciones, y detectar así posibles anomalías. El análisis termográfico realizado permite a los técnicos de HCIB elaborar los informes y evaluaciones de resultados pertinentes para asesorar sobre las medidas adecuadas para resolver las posibles pérdidas de energía, humedades, filtraciones, falta de aislamientos u otro tipo de incidencias que hayan sido detectadas.
Uso de la termografía
La termografía se define como una técnica que permite medir temperaturas a distancia y sin necesidad de contactofísico con el objeto a estudiar, mediante la captación de la radiación infrarroja del espectro electromagnético. Utilizando cámaras termográficas se puede convertir la energía radiada en información sobre temperatura. La termografía infrarroja, etimológicamente, significa “escritura con calor de lo que está por debajo del rojo”.
Todos los objetos tienen una información térmica, imperceptible a simple vista, pero que es posible captar mediante una cámara termográfica, que es como una cámara fotográfica que detecta el patrón térmico (en el espectro de la longitud de onda infrarroja) del cuerpo al que se apunta y sin necesidad de entrar en contacto con él. La imagen generada por la cámara se denomina termograma, imagen térmica o imagen radiométrica.
Disponer de esta imagen permite obtener información sobre posibles anomalías de la superficie u objeto estudiado. Su análisis por un profesional experimentado indicará las medidas a tomar para resolver problemas existentes.
Características y ventajas de la termografía
La importancia de la termografía viene determinada en gran medida porque una pequeña variación en la temperatura puede estar producida por una pequeña avería, que de no ser solventada puede desembocar en un problema de mayor magnitud. Además de ello, puede ser la causa de pérdidas energéticas, con el consecuente incremento del gasto económico.
Ventajas y utilidades del uso de la termografía:
- Es una medida en tiempo real: la cámara capta lo que sucede al momento, detectando los cambios que puedan producirse en ese mismo instante.
- No es invasiva y no hay contacto directo con el lugar a analizar, por lo que no hay peligro si se están analizando, por ejemplo, instalaciones eléctricas, las cuales se pueden revisar incluso estando en marcha.
- Es bidimensional: permite consultar la temperatura de un mismo objeto en dos o más puntos al mismo tiempo.
- Es multidisciplinar: las imágenes no sólo muestran la temperatura, sino que hablan también de patrones térmicos, comportamientos, anomalías, etc.
Estas características de la termografía hacen que su uso sea de gran utilidad y se esté aplicando ya en sectores tan diversos como la medicina y la veterinaria, la electricidad, la edificación, los procesos industriales, los sistemas de seguridad y de antiintrusión, la navegación o la automoción, etc.
Pero el uso de una cámara no habilita a todo el mundo a poder interpretar los resultados, sino que ésta aporta un 10% de la información y será el profesional especializado el que deba analizar los resultados, realizar los informes y sacar conclusiones. Hay que tener en cuenta elementos como factores ambientales, reflejos, ángulos de toma de imágenes, resoluciones y óptica de la cámara, rangos de temperatura, conocimientos técnicos adecuados, entre otros, para poder hacer una correcta valoración de los resultados y poder asesorar sobre las medidas a adoptar para resolver las anomalías que se encuentren.